Este fin de semana he tenido la maravillosa oportunidad de exponer tres de mis obras de forma digital en la galería Agnès Nord, ubicada en el corazón de París. La noche fue fantástica. La sala estaba llena de gente apasionada por el arte, lo que me sorprendió gratamente. El calor de la multitud y el intercambio con otros artistas hicieron que fuera una experiencia aún más enriquecedora. Siempre me he sentido cómodo en estos espacios en los que el arte fluye y las conversaciones son creativas y estimulantes.
Después de la exposición, aproveché para redescubrir París durante el fin de semana. Ya había estado de pequeño, pero ver la ciudad con ojos de adulto ha sido una revelación. París es sin duda una ciudad majestuosa, llena de belleza, incluso bajo la lluvia. Disfruté capturando con la cámara cada detalle, cada monumento y rincón que transmiten el amor por el arte que impregna la ciudad. Desde su icónica arquitectura hasta los pequeños cafés, la ciudad no deja de ser una fuente de inspiración.
Este fin de semana no sólo me permitió compartir mi obra, sino que también ha sido una fuente de creatividad y aprendizaje. Un recuerdo imborrable que guardaré toda la vida. Llevaba 15 años sin coger un avión debido a problemas de salud pero me parece que repetiré pronto. ¡Hasta la próxima!
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